El museo Sorolla (y cualquier otro) en divertido


, Tittle

A los niños les gustan los parques porque alguna vez, por primera vez en su vida, les llevamos a uno. Y cuando entraron se encontraron con un espacio lleno de atracciones hechas a su medida con las que poder jugar y experimentar.

Si trasladamos esa filosofía a los museos, si les llevamos por primera vez a uno y “reducimos la visita” al tamaño de un niño es casi seguro que querrán volver una segunda, una tercera y, muy probablemente, una cuarta vez.

Tan solo hay que reducir la duración de la visita, el número de obras a ver y las expectativas, y ajustar los tiempos de concentración y de espera a la medida de un niño. Luego, animarles para que jueguen y experimenten antes y después de la visita con lo que allí han descubierto.

Se trata fundamentalmente de pasar un rato divertido, sí divertido, y de despertar su curiosidad por esos edificios tan grandes llenos de cosas tan antiguas. ¿10 minutos de visita? ¿20? ¿Una hora? ¿Una mañana? La verdad, no me imagino a ningún padre planteándose un tiempo mínimo en el parque, así que lo mismo debería pasar en un museo. El tiempo dependerá de la temática del museo, de la edad del niño, de sus gustos y de lo atractiva que logremos hacerle la visita.

1 Museo Sorolla

2 Museo Sorolla

Hoy queremos descubrir la cara más divertida del Museo Sorolla gracias al atractivo attrezzo de las mujeres de la época, con esos gorros y esos velos tan bonitos para pasear a orillas del mar, y el gran truco para imitar las pinceladas del mar de Sorolla (¡polvos de jabón de lavadora¡).

Nos disfrazamos de las mujeres de Sorolla: Vamos a proponer a los niños que se disfracen. Para ser más exactos, les vamos a proponer que les disfrazaremos con todo aquello que hayan sido capaces de observar en uno de los cuadros más emblemáticos de Sorolla, “Paseo a orillas del mar”. Para ello, les regalamos un bloc de notas (muy chuli, eso sí) y unas pinturas y les plantamos delante del cuadro para que se empapen de todos los detalles que puedan. ¿Llevaban sombrero a la playa? ¿Y medias? ¿Y zapatos de tacón? ¿Y collares? ¿El pelo suelto o recogido?…

Por la tarde mamis y papis, a cumplir, a sacar del baúl de la tía Pepa todo aquello que los peques os vayan pidiendo para el attrezzo.

Disfrazadas de damas Sorolla

Pintamos el mar con jabón: Y si en vuestra tribu hay algún chico al que no le atraiga nada la idea de disfrazarse, pues a inventar otra actividad con la que captar su atención en los detalles de alguna de las obras. ¿Cómo es el mar que pinta Sorolla? ¿Es siempre del mismo color de azul? ¿Y las pinceladas son grandes o pequeñitas? De regalo, al salir del museo, una bolsa con jabón de lavadora en polvo y unos botes de colores básicos de pintura acrílica.

Probad a mezclar la pintura con el jabón y extender, y luego experimentad con más o menos jabón. ¡Se convertirán en pequeños Sorollas con una obra digna de exponer en alguna de las paredes museo de vuestra casa!

Pintando con jabon

6 Pintura con jabon

Esperamos que alguna de estas técnicas os sirva para pasar un rato divertido con vuestra tribu y, ya sabéis, si tenéis alguna otra que os funcione nos encantará conocerla.

Nosotros colocamos el cartel de cerrado y nos vamos de vacaciones toda la semana que viene, pero continuaremos en Instagram (@pepitaliving) y en Facebook, aquí , donde a partir de mañana sábado y hasta el martes publicaremos distintas actividades de Pascua distinta para hacer con niños. Todas con huevos, desde experimentos con huevos que botan, para los más inquietos de la casa, hasta chocolatinas de todos los colores que os imaginéis.

Feliz Semana Santa

 

3 comentarios en “El museo Sorolla (y cualquier otro) en divertido

Deja tu comentario