Yogures como antaño


tittle yogur

Continuamos con nuestro proyecto #oficios, con el que queremos que los pequeños de la tribu descubran los oficios de toda la vida y las técnicas más antiguas.Y si el otro día nos atrevíamos con nuestro primer pan, en esta ocasión volamos a un pueblecito del norte, pongamos de Cantabria, para descubrir que los yogures vienen precisamente de ahí, de la leche de las vacas.

Es fácil decirles a los niños que los yogures son un producto lácteo pero veréis que es mucho más divertido coger un litro de leche fresca y experimentar para darnos cuenta de que esa leche líquida puede convertirse en crema si la unimos a unos bichitos pequeños llamados bacterias y les damos algo de calor. ¡Y para vuestros hijos será como haber hecho una poción mágica! (que en realidad, casi que lo es).

Cantabria Cantabria 2

Hemos seguido el proceso de elaboración tradicional, sin yogurtera ni otras máquinas, para que los enanos entendiesen el proceso auténtico. Es una técnica muy antigua que todavía utilizan en muchos pueblos con tradición ganadera y que da como resultado un yogur cremoso riquísimo.

La elaboración es muy sencilla, sólo os llevará 10 minutos de preparación y pueden hacerla los niños. En esencia sólo se necesita leche y un yogur del que obtener las bacterias. Después hay que mezclar todos los ingredientes, remover, verter en tarritos y dejar reposar los tarros toda la noche en un lugar donde haya calor para que las bacterias crezcan y la mezcla pasterice. A la mañana siguiente os encontrareis unos yogures muy cremosos, riquísimos, del estilo a los yogures griegos o búlgaros.

Caja de yogures

Yogur natural

Yogur con mermelada

Yogur con fresas

Ingredientes:

1 yogur natural, 1 litro de leche entera (nosotros utilizamos leche fresca), 2 cucharadas de leche en polvo y 100 gr. de azúcar (también podéis hacerlos sin azúcar o con miel).

Elaboración

Encended el horno a 50º.

En un cazo, poned a calentar la leche en el fuego  hasta que alcance los 80º aprox. y dejadla calentando durante 5 minutos (hay que evitar que llegue a hervir). Retirad el cazo de leche del fuego y cuando alcance la temperatura de 50º agregad el yogur, el azúcar y las 2 cucharadas de leche en polvo. Removed bien la mezcla para que no quede ningún grumo (nosotros lo hacemos con varillas manuales).

Los que no tengáis termómetro de cocina en casa podéis saber cuándo la leche está a 50º simplemente sumergiendo el dedo meñique. La leche estará lista cuando la temperatura sea agradable, calentita pero sin quemar.

Verter la mezcla en vasitos o tarros de cristal.

Apagad el horno y colocad los vasitos de yogur dentro del horno. Dejadlos en el horno (apagado) con la puerta cerrada durante toda la noche para que cuajen con el calor residual. A la mañana siguiente os encontrareis con  unos yogures muy cremosos, que están riquísimos con mermelada de fresa o de limón verde, fruta fresca o cereales.

Como curiosidad, para que los pequeños entendiesen la esencia del proceso de elaboración probamos a dejar un par de tarros fuera del horno, simplemente tapados con un paño toda la noche. En principio se supone que así es como se elabora el yogur en Bulgaria. La prueba no nos salió, los yogures no llegaron a cuajar (probablemente no había calor suficiente). Pero la tribu se levantó impaciente por la mañana para ver si había salido su experimento. Con eso vale ¿no?, y si además entienden que los yogures necesitan algo de calor, pues mejor que mejor.

Si lo queréis preparar en la  Thermomix, precalentad el horno a 50, verted en el vaso el yogur, el azúcar y la leche en polvo y mezclad unos segundos a velocidad 5. Añadid la leche y mezclad 15 segundos a velocidad 5. Finalmente programad 5 minutos, temperatura 50, velocidad 1.

El resto del proceso es igual que de manera tradicional.

Con esta técnica tan antigua intentábamos acercarnos a los oficios ligados al ganado y los múltiples derivados de la leche, y al final nos hemos encontrado uno de nuestros postres favoritos 🙂

¡Experimentando para descubrir!

Yogur vacio

2 comentarios en “Yogures como antaño

Deja tu comentario